Noticias

Bienvenido regreso a emergentes, otra oportunidad para la normalización

Finalmente la decisión de MSCI del ¨20-J¨ se gritó como un gol entre los inversores, aún en el medio de un feriado, dado que Argentina recibió al ansiado ascenso a mercado emergente, un evento que resulta sumamente favorable para el país y el clima de inversión.

Las primeras reacciones de los ADRs – que se registraron en el ¨after market¨ luego del cierre en Wall Street – de inmediato reflejaron fuertes subas promedio del 10% entre los principales papeles, y anticipan el positivo tono de la apertura de los mercados bursátiles locales el jueves.

Ocurre que este ¨upgrade¨, luego de haber permanecido nada menos que 9 años en la categoría de mercado fronterizo, llega dentro de un clima donde las opiniones se encontraban sumamente divididas, especialmente tras las frustraciones acumuladas en los últimos años.

Adicionalmente al nuevo flujo de capitales que llegará desde los inversores del exterior al comenzar a utilizar dicho influyente índice como referencia, con ingresos que se estiman entre los u$s 3.500 millones y los u$s 5.500 millones, también es importante tener en consideración el efecto técnico del ¨short covering¨ que podría impulsar fuertes compras como cobertura.

Ello se debe a que el malhumor de los últimos tiempos se adueñó de la operatoria dentro de una crisis de confianza que ha tenido serias implicancias financieras, económicas y políticas, llevando así a un caótico desarme de carteras que no se detenía a analizar las valuaciones.

La decisión de MSCI abre la posibilidad de fortalecer el mercado de capitales local, aun cuando en esta instancia sólo los ADRs estarán incluidos, y de mejorar el acceso a los mercados financieros globales en busca de poder reanudar el financiamiento voluntario y además reducir la tasa de endeudamiento, más cuando el riesgo país se disparó por encima de los 550 pb.

Tal como quedó en claro recientemente con el importante respaldo financiero recibido por el FMI, representado por las principales potencias, el mundo sigue confiando en que Argentina todavía mantiene intacta -más allá de los desafíos que enfrenta- la posibilidad de seguir recorriendo el duro camino hacia la normalización bajo un proceso de integración global.

Dichas señales desde el exterior deberían mejorar el ánimo de los inversores locales, que muchas veces quedan más contaminados por los ruidos y no logran valorar la oportunidad que tiene el país para poder revertir una larga historia de sucesivos fracasos económicos.

A nivel financiero, existe amplio espacio para que los activos puedan encontrar en este evento un importante ¨driver¨ para impulsar sus cotizaciones, toda vez que las valuaciones quedaron sumamente castigadas, en un clima donde los flujos mataron los fundamentals.

Aunque sin dudas las mayores apreciaciones se las llevarán las acciones, especialmente aquellas con ADRs listados en Nueva York, los bonos también deberían acompañar dado que la debilidad ha dejado títulos soberanos en dólares del tramo medio con exagerados rendimientos del 8%, que se amplían a casi el 9% para aquellos bonos de más larga duración.

De todas maneras, esta ¨primavera financiera¨ no debería ser utilizada como un falso optimismo sino como una oportunidad para encarar los serios deberes económicos, que vendrán acompañados de desafíos políticos y sociales, dentro de un ambiente que permita a la sociedad valorar que los esfuerzos requeridos valdrán la pena para que esta vez sea diferente.

FUENTE: Ámbito