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Cómo entrar en el mercado de las energías renovables

La energía distribuida permite descentralizar y diversificar la matriz, generando espacio para las pymes, quienes ahora encuentran las condiciones dadas para sumarse al sector y expandirse.

Quizás uno de los mayores síntomas del cambio de época es el de la toma de conciencia sobre el medioambiente. Se sabe que es uno de los temas que más preocupa a los millennials junto con el cambio climático y la sustentabilidad del planeta. Es probable que, a raíz de este orientación socio-cultural, los usos y costumbres también tengan que adaptarse. Por ejemplo, en la adopción de nuevas energías renovables –más baratas a largo plazo– en lugar de las actuales: contaminantes, defectuosas y tecnológicamente arcaicas.

En material legal, hay tres acciones que ponen en acto estas intenciones: la Ley 27.191 de Energía Renovable (que afecta solo a empresas e instituciones con consumos mensuales mayores a 300KW y que les exige que el 8% de la energía que consumen provenga de fuentes de energía renovable para fines de 2018 y que ese porcentaje alcance el 20% para 2025); la Ley de Generación de Energía Distribuida (que se reglamentará en marzo próximo y habilita a los consumidores minoristas a instalar tecnologías de generación de energía limpia en su casa para desalentar la contaminación y ahorrar en sus facturas de luz y gas); y la adjudicación de las licitaciones de la tercera edición del Plan RenovAr, que apunta, asimismo, a la generación de energías renovables para sumarlas a la oferta eléctrica del país.

Con estas tres acciones, el Gobierno puso en la agenda pública nacional la cuestión de la energía limpia mediante la legislación que busca promover la producción y distribución de energías alternativas, como las bioenergías, la eólica, la solar (en sus versiones fotovoltaica, térmica y concentrada), hidráulica y mareomotriz, entre otras. Si bien en el Plan RenovAr entran solo los grandes jugadores, es la energía distribuida la que permite descentralizar y diversificar la matriz, generando espacio para las pymes, quienes ahora se encuentran con óptimas condiciones para entrar en el negocio renovable y expandirse.

Los testimonios

Rodrigo Herrera Vegas, cofundador de Sustentator, una empresa que ofrece servicio de ingeniería, venta e instalación de sistemas de energía renovable fundada en 2009, y que en la actualidad factura $ 20 millones y cuenta con 160 instalaciones realizadas en el país, augura grandes perspectivas para el sector y su propia empresa en 2018.

“Las proyecciones a futuro son ambiciosas y ahora más optimistas que nunca dadas las nuevas reglas de juego producto de la nueva legislación». Para él, el plan RenovAR, la ley 27191 del año pasado y la nueva ley de energía renovable distribuida aprobada recientemente preparan a la Argentina para que aproveche «sus condiciones espectaculares” para el uso de energías renovables, tanto eólica como solar.

Sustentator, que el año pasado ha construido un parque solar de 400kW en UTE, las estaciones Metrobus Obelisco Norte y Obelisco Sur en la avenida 9 de Julio y energía solar para 40 viviendas en el marco del plan para urbanizar la Villa 31, tiene un plan de negocios que apunta a las instalaciones chicas y medianas.

Para Herrera Vegas, “la baja en el precio de los paneles solares, y el paulatino sinceramiento de las tarifas tanto de gas como de electricidad hacen que la energía solar se vuelva una opción cada vez más atractiva en lo económico, además de lo ambiental. Especialmente, tomando en cuenta que estos sistemas tienen una vida útil mayor a 25 años”.

A las grandes compañías, y especialmente a las que tienen que cumplir individualmente con la Ley 27.191, Sustentator les ofrece asesoramiento y el estudio preliminar para chequear si están aptos para autogenerar esa energía con fuentes renovables.

“Por lo general, la limitación está en la superficie disponible para la instalación. Las entidades bancarias, por ejemplo, no suelen tener las superficies necesarias para realizar dichas instalaciones. Una vez confirmada la factibilidad, Sustentator realiza la ingeniería de detalle, la ejecución del proyecto llave en mano y la operación y mantenimiento de la planta si el cliente lo desee. Trabajamos tanto con energía solar fotovoltaica que genera electricidad como solar térmica para agua caliente, calefacción o precalentamiento para procesos industriales”, dice.

Herrera Vegas cuenta que, dada su estructura pyme, no han participado del plan RenovAR que trata de proyectos muy grandes (en el orden de los cientos de millones de dólares), cuyo punto crítico es lograr bajas tasas de financiamiento. “Apuntamos a los clientes puntuales que incluyen empresas, residenciales, rurales y gobierno”, afirma.

Goodenergy nació en 2011 en el garage de la abuela de uno de sus fundadores con el objetivo de difundir la energía renovable en el país. “Los comienzos fueron difíciles y, en base a esfuerzo, perseverancia y mucho trabajo, logramos tener más de 60 distribuidores en todo el país (habiendo vendido más de 5.000 equipos que, al día de hoy, logran un ahorro de casi 7.000 toneladas de CO2)”, cuenta Pablo de Benedictis, director actual de la compañía junto a Julián Bartoli.

Con una facturación anual de $ 11 millones y 10 empleados, Goodenergy viene creciendo sostenidamente a un ritmo del 186% interanual buscando innovar en servicios y productos para continuar con este ritmo y poder afrontar nuevos desafíos. “Para los próximos años, pensamos en incorporar nuevos productos de calefacción con estufas a pellet de madera reciclada. Además, obtuvimos una representación para Sudamérica de productos de medición de energía fotovoltaica de alta precisión, lo que nos abre una puerta para desarrollar nuestra marca de forma internacional”, comenta.

Con el deseo de seguir aumentando su red de distribución, buscan implementar más proyectos en empresas. De Benedictis cuenta que a las grandes compañías les ofrecen soluciones integrales, tanto de energía solar fotovoltaica para que puedan cumplir con el requisito del 8% como para abastecer procesos productivos de forma parcial, brindando soluciones para que en los cortes de luz no se frene la producción. “También ofrecemos soluciones para agua caliente, tanto para red sanitaria como la de sus procesos productivos. La relación viene dada por recomendación de otras empresas con las que hemos trabajado y queremos seguir ayudando a transformar sus fuentes de energía”, asegura.

Hissumma Solar es un desprendimiento de Creativ, una empresa fundada en 1985 que exporta sus productos a más de 50 países. Con 30 empleados y una facturación anual de $ 150 millones, no se dedican a la producción de energía sino al desarrollo, venta y garantía de sistemas solares.
Su CEO, Pablo Greco, cuenta que en 2018 lanzarán su línea de franquicias y que su propósito es diferenciar sus productos no solo a través de certificaciones internacionales sino también locales, adaptándolos a la normativa argentina.

«Nuestra preocupación es que la masificación del mercado traiga aparejado problemas de competencia desleal, en donde se ofrezcan cosas que no sirven y terminen agotando o mitigando el mercado”, aclara. Y agrega: “Estamos trabajando en propuestas para la reglamentación de la Ley de Generación Distribuida, esto es un paso fundamental. Si tenemos una ley pero es inaplicable, no sirve de nada: la reglamentación debe ser funcional y conveniente para el desarrollo.

Las metas y los desafíos

Para Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), la Ley de Generación Distribuida debe ser reglamentada trasladando los incentivos al usuario. De esa forma, va a tener un impacto importante en el sector comercial e industrial: “Aunque al principio será menos significativo en el residencial porque al poder amortizarse el cambio recién en seis o siete años no creo que muchos particulares, excepto algún militante de la causa, vayan a adoptarlo en forma masiva”.

En relación a la meta del 8% antes del 31 de diciembre de 2018, Álvarez es parcialmente optimista: “En contratos firmados estamos cerca, pero en términos de construcción es difícil que se llegue a diciembre del año que viene en operación y cumpliendo la meta aunque el gobierno y los privados estamos trabajando duro para alcanzarlo”. Sin embargo, agrega que no les preocupa alcanzarlo en el segundo año en lugar del primero mientras siga firme la voluntad de hacerlo.

Créditos y financiación

A través del Decreto 471/2017 publicado en el Boletín Oficial en julio pasado, el Gobierno terminó de estructurar el Fondo para el Desarrollo de Energías Renovables (FODER) que otorga préstamos a los titulares de los proyectos de energías renovables que se están impulsando en todo el país con el objetivo de alcanzar la meta de la Ley 27.191 de alcanzar el 8% de la matriz energética para 2018 y 20% para 2025.

Álvarez explica cómo lo están usando las pymes: “El FODER está siendo usado más que como fondo financiero, como fondo de garantía. Está cumpliendo en forma parcial su rol. Originalmente, era un fondo que tenía doble naturaleza: en garantías y financiamiento. Pero hasta el momento está más volcado a las garantías”.

Y advierte: “Si la ley de distribuida es correctamente reglamentada las pymes van a tener un rol protagónico en la construcción de los sistemas distribuidos pequeños cercano al consumo: sean comerciales, industriales y en menor medida residenciales”.  Para él, tienen por naturaleza un rol mucho más activo en ese nicho que en los grandes parques, pero su ejecución depende de los detalles del decreto reglamentario. «Si es inclusivo y traslada los incentivos al usuario tendrá una ruta venturosa. Si no fuera así las pymes tendrían, como hasta el momento, poco protagonismo en esta transformación», concluye.

FUENTE: Cronista