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Dura advertencia de los industriales de Santa Fe por las políticas para el sector

En el acto por el Día de la Industria, Fisfe se quejó de «las usinas» contra la actividad. El jefe de la UIA y Lifschitz, en sintonía.

Tenemos fresco el recuerdo de esa propaganda de las sillas argentinas que se rompían, en la que aparecían las importadas y todos se ponían contentos. En esos años se destruyó la industria pero hoy ya no hay margen para que ningún gobierno vuelva a hacer ese tipo de publicidad. Porque aprendimos de tanto golpearnos que sin desarrollo industrial no hay país posible». Así lo dijo Alejandro Taborda, vicepresidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), en uno de los fragmentos más aplaudidos de su discurso ayer en Pérez, durante el acto con el que la entidad fabril santafesina celebró el Día de la Industria.

El almuerzo contó con la presencia de unos mil empresarios de toda la provincia y los demás oradores fueron el presidente de UIA, Adrián Kaufmann; el secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

La prolija organización del almuerzo y la masividad de la convocatoria no consiguieron revertir la preocupación de los comensales, que aplaudieron los tonos más críticos de los discursos. Entre ensaladas y cortes de carne, en cada mesa se intercambiaban conversaciones sobre el impacto de las importaciones, la dificultad para exportar, la caída de las ventas o la expectativa por saber si el próximo será un buen año, dando ya por perdido 2016.

Estuvieron los ministros provinciales de Educación, Claudia Balagué; de Trabajo, Julio Genesini; de la Producción, Luis Contigiani, y de Ciencia y Tecnología Tecnológica, Eduardo Matozzo. También el senador nacional Omar Perotti, el diputado Marcos Cleri, la diputada provincial Clara García y el intendente de Pérez, Pablo Corsalini, quien fue el primer orador.

Alejandro Taborda, vicepresidente de Fisfe, planteó en su discurso: «Alguna usina liberal cuestiona hoy el proceso de sustitución de importaciones durante el último siglo. A ellos debemos decirles que la industria genera empleo, que ha hecho crecer al país». Y señaló que en estos meses «se puso en marcha la rueda para que gire la producción agropecuaria y el sector financiero pero la industria todavía no arrancó».

Respecto al Observatorio de Importaciones, creado por Fisfe y el Ministerio de la Producción de Santa Fe, el industrial santafesino indicó: «Es una herramienta que nos permite monitorear, no para cerrarnos al mundo sino porque debemos traer lo que ayude a mejorar nuestro desarrollo, no bienes de consumo».

En la misma línea habló luego el presidente a nivel nacional de UIA, Adrián Kaufmann, referente de Arcor, quien señaló: «Los industriales somos los mayores empleadores en el país, pagamos los sueldos más altos, con $ 24.800 promedio, que será el salario a fin de este año, y aportamos el 25 por ciento del PBI», dijo. Y aunque aclaró que «esto no es una a confrontación» marcó los problemas del sector: tasas altas y competitividad baja».

El titular de la Unión Industrial Argentina, que durante el almuerzo se sentó al lado del gobernador Lifschitz, elogió muchas medidas del gobierno nacional pero se mostró preocupado por tres variables de la economía, que son «la primarización de las exportaciones, la suba de las importaciones de bienes de consumo y la caída del mercado interno».

Otro de los temas que sobrevoló las conversaciones fue la posibilidad de que en diciembre la Argentina reconozca a China como economía de mercado, lo que permitiría el mayor ingreso de productos terminados y de materias primas como el acero al país, con precios bajos gracias a subsidios que buena parte del planeta cuestiona.

Etchegoyen. El secretario de Industria inició su discurso reconociendo que «no hay posibilidad de generar empleo de calidad si no hay un desarrollo industrial importante».

Acto seguido, se refirió al tema de las importaciones: «Es indudable que hubo un impacto en algunos sectores pero hay que entender de dónde venimos». Reconoció que tras la salida de las DJAI, el esquema de transición generó algún exceso, sobre el que el gobierno está trabajando. «Pasamos de 600 licencias no automáticas a casi 1.600 hoy», señaló. Y dijo que se debe evitar la competencia desleal «con un sistema racional, no discrecional».

El actual secretario de Industria de la Nación proviene en la UIA. Pese a ser un hombre de la casa, no hubo aplausos para el actual funcionario, sino apenas un respetuoso silencio.

Tras admitir las dificultades de estos meses, planteó el escenario para el futuro: «Los productos que se venden en el mercado interno queremos que tengan un correlato con los precios internacionales».

Finalmente, el funcionario invitó a los industriales a realizar tres acciones: buscar competitividad, innovar e invertir.

Lifschitz. Pasadas de las cuatro de la tarde, a la hora de los postres, fue el turno del gobernador Miguel Lifschitz. «Hasta los 70 teníamos en claro todos que había que promover la industria pero luego vino Martínez de Hoz y después los años 90. Hoy esas ideas están presentes en algunos think tank, debemos estar atentos», dijo.

Tras elogiar el discurso del secretario de Industria, se preguntó: «¿Qué realidad debemos ver? ¿Algunos datos alentadores que se enumeraron acá, o la caída en la fabricación de heladeras y otros sectores? No podemos perder de vista que además de la competitividad, tenemos que trabajar por el desarrollo».

Entre las medidas para la industria, el mandatario provincial reseñó los 1.400 millones de pesos del Plan de Desarrollo Industrial Santafesino y aseguró que todas las empresas de la provincia que necesiten energía la van a tener. «La EPE no va a ser un obstáculo para que las empresas generen puestos de trabajo», dijo.

FUENTE: La Capital