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El volumen de bonos se duplicó en un año y esperan que crezca aún más

En monto creció impulsado por las expectativas de que el país saldría del default. La colocación de hoy lo hará posible, y en la City esperan que se fortifique el mercado

Luego de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York destrabara el pago a los holdouts, mejoró el ánimo de los inversores interesados en la deuda argentina. Con un apetito renovado, son muchas las expectativas sobre el éxito que tendrá la colocación de bonos de hoy, recaudación con la que se les pagará a los fondos buitres. De todas formas, hace bastante tiempo que se manifiesta un interés por los títulos públicos: en el último año se duplicó el volumen de negocios en renta fija.

Así lo evidencia el último informe del Mercado Abierto Electrónico (MAE), donde se refleja un monto operado en marzo de 2015 de u$s 450 millones y un volumen de negocios de este mes en un promedio de u$s 900 millones.

Pese a algunos altibajos, a medida que se fortalecía la posibilidad de que el kirchnerismo abandonara el gobierno y que un nuevo presidente arreglara con los holdouts, el saldo de bonos iba ganando terreno. Hoy los u$s 900 millones representan un récord histórico en toda la serie del MAE, análisis que comienza en 2008.

Según los analistas consultados, éste es solo el comienzo: descuentan que con la vuelta del país a los mercados de capitales y con una recategorización crediticia -que ya empezó porque el viernes Moody‘s subió la nota de deuda argentina- se consolidarán todavía más los negocios de renta fija.

«No hay forma de tener un mercado sin mercadería. Esa era la principal causa por la que era tan chico», explicó Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, en relación al bajo nivel de deuda del país.

Además, una mayor liquidez de bonos incrementa la participación de estos títulos en el EMBI+, lo que hace que los fondos que replican este índice también demanden más papeles locales.

De hecho, a fines de enero pasado el JPMorgan retiró a la Argentina de un índice de deuda de mercados de frontera, el Nexgem, porque para participar en él los países deben tener una ponderación menor al 2% en el EMBI. Gracias a que esta ponderación creció, el país fue removido. En una nota, JPMorgan señaló que la remoción se debió a que la ponderación estaba ya por encima del umbral y que había llegado a 12,64% el 22 de enero. A su vez, el banco había anticipado que revisaría la ponderación de Argentina en su índice de mercados emergentes cuando el país emitiera nueva deuda en moneda global. «Se estima que la ponderación de Argentina se incrementará 0,5% si se añaden u$s 10.000 millones adicionales en valor de mercado a la exposición del país al referencial», aseguraba el informe.

En cuanto al rendimiento que podría llegar a tener la colocación, un estudio de Quantum hace hincapié en cuatro factores para determinarla: las actuales cotizaciones de los títulos argentinos en el mercado secundario; las características particulares de liquidez de esos títulos reforzada por el impacto que tendrá en el índice EMBI+; la calidad crediticia; el «premio» por una emisión primaria para atraer órdenes de compra. Estas variables dan un rendimiento corregido de 7,82% (ver cuadro).

Por su parte, Pedro Cristiá, gerente general de First Capital Markets, confirmó que percibe más demanda. «Vemos un mayor posicionamiento, cada vez hay más inversores apostando por la deuda local», comentó. Asimismo, cree que los títulos todavía tienen recorrido, especialmente los bonos largos, que son los tiene tasas de interés más sensibles: «Es cierto que el mercado se adelanta, pero todavía hay margen para más subas».
Aunque no se percibe el mismo auge del año pasado, el precio de algunos papeles llegaron a crecer hasta un 15,8% en lo que va del año. Justamente se trata de los bonos más largos, el Par en dólares, tanto con legislación nacional como neoyorquina. Entre los papeles de corto plazo, el Bonar 2024 también se destacó: acumula un alza de 8% en poco más de tres meses.

En cambio, los nominados en pesos no tuvieron igual suerte, por la falta de definiciones en cuanto a las estadísticas de inflación, perdieron hasta 8,7% en los primeros meses de 2016.

Fuente: Cronista.com