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En la Argentina, menos de mil empresas invierten en innovación

De las 600 mil firmas registradas en el país, menos de 600 realizan actividades de investigación y desarrollo. La inversión en ciencia es 0,63% del PBI y 70% es estatal.

El grado de innovación del sistema productivo se relaciona directamente con la competitividad de un país. Según la encuesta sobre Investigación y Desarrollo en el sector privado, de las más de 600 mil empresas registradas en Argentina, menos del 0,1% (unas 570), realizan actividades de I+D (investigación y desarrollo). Las firmas de agronegocios de semillas son las que más invierten en promedio (9% de su facturación), seguidas por laboratorios y compañías de software, mientras que sectores más tradicionales como el textil y de alimentos invierten menos de un 2%.

Para incrementar la participación privada en la inversión en Ciencia y Tecnología (que es menor al 30% sobre el 1% del PBI), el gobierno impulsa una serie de instrumentos de apoyo y financiación.

Ayer, cien empresarios se reunieron con el presidente Mauricio Macri y el ministro de Ciencia Lino Barañao para firmar un acuerdo de cooperación entre el sector científico y productivo.

Entre quienes se acercaron a la Quinta de Olivos, estuvieron representantes de Amazon, que cerró recientemente un convenio con el Ministerio de Modernización para montar un centro de desarrollo de tecnologías de información y comunicación (TIC) en el país. También el gigante tecnológico chino Huawei, que abrirá un centro de I+D en software. Los unicornios locales Globant (anunció laboratorio de Inteligencia Artificial) y Mercado Libre (plataformas fintech), junto a IBM, Microsoft, Red Link y Prisma también presentaron planes.

En el sector alimenticio, Molinos anunció el desarrollo de una enzima para mejorar el proceso de producción de aceite; y Danone hará lo propio en el segmento de «alimentos funcionales». Farmacéuticas como Biosidus, Glaxo, Sanofi, Grupo Insud y Merck, entre otras, también presentaron sus proyectos. Mundo Loco, el estudio de animación 3D de Juan José Campanella, se apuntó junto a los emprendedores Emiliano Kargieman, de la firma de nanosatélites Satellogic, la empresa familiar Lew, que desarrolló un corazón artificial y Tomás Pierucci, creador de la valija inteligente Bluesmart, confirmando que la innovación no es cuestión de tamaño de la compañía.

«Hasta hoy, el Estado simplemente financiaba, ahora es momento de generar un vínculo más estratégico con las empresas», apuntó Jorge Aguado, secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, en diálogo con El Cronista. «Argentina tiene una gran oportunidad de mejorar su competitividad si aumenta el número de empresas que hacen I+D», destacó por su parte Lorenzo Basso, presidente de Ubatec, organización constituída por la UBA, la UIA y la Confederación General de la Industria que impulsa la vinculación entre la investigación y el sector productivo. «También debería aumentar el número de científicos que se animan a crear o trabajar en empresas. De los 11.000 investigadores que tiene el Conicet, sólo hay 160 doctores trabajando en la industria», apuntó.

FUENTE: Cronista