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Firme crecimiento del empleo privado

El comercio, la industria manufacturera, y algunas ramas de servicios lideraron la creación de puestos de trabajo en los últimos veinte años. Entre 2002 y 2011 se profundiza la curva de crecimiento; a partir de ese período se mantiene pero con una tendencia amesetada, en contraposición al incremento persistente del empleo en la esfera pública.

En nuestra provincia el empleo privado registrado fluctúa de manera claramente coincidente con los ciclos económicos. Esto se observa al evaluar lo acontecido durante las últimas doce fases marcadas por el Índice Compuesto Coincidente de la Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe (Icasfe), según desataca un trabajo sobre el sector laboral realizado por el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF).

El trabajo destaca positivamente la expansión entre 2002 y 2008, cuando la actividad económica creció un 63,5% y el empleo privado registrado un 62,2%; y negativamente la recesión 2000-2002, donde las tasas fueron del -16,6% y -6,9%, respectivamente. A partir del 2011 el ciclo de “stop and go” de la actividad económica provincial se refleja en la ralentización de la generación de puestos de trabajo del sector mencionado.

En este sentido cobra importancia conocer lo que ha ocurrido al interior de la estructura del empleo privado registrado en la provincia de Santa Fe considerando las distintas ramas de actividad en los últimos veinte años (1996-2016).

En la tabla que se publica en esta misma página, se identifican aquellos sectores que han generado mayor cantidad de puestos de trabajo.

Como puede observarse, el crecimiento total del empleo privado registrado en Santa Fe en los últimos 20 años fue de 83,9% (527.572 en el 2016 contra 286.891 en 1996).

De las tres ramas más importantes, la actividad industrial sólo aumentó un 49,6%. Por su parte, el comercio por mayor y por menor alcanzó un aumento neto de 99,3% para 1996-2016 (en el cual fue más intenso en el período 2007-2016) y los servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler creció un 87,5%.

Las actividades con tasas de crecimiento mayores fueron: Enseñanza (+328,0%); Servicios de transporte, almacenamiento y de comunicaciones (+108,1%); Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler (+87,5%); y la Construcción (+119,8%).

En este sentido, aunque la actividad manufacturera sigue siendo la más importante ya que emplea el 25,2% del total (132.825 trabajadores), se observa que su participación relativa cayó más de 6 puntos porcentuales (p.p.) en comparación a 1996 (31,3% vs. 25,2%). En tanto, la rama Comercio al por mayor y al por menor emplea a 102.230 asalariados (19,4% del total), y aumentó su participación en 1,3 p.p. Todas las actividades vinculadas a servicios (incluida la Enseñanza) emplean un total de 231.012 asalariados registrados, e incrementaron en 5 p.p. su participación con respecto al total.

Por su parte, la construcción -que emplea casi 35.000 personas-, generó 19.017 puestos en los últimos veinte años, aumentando su participación en 1,3 puntos porcentuales. Por último las ramas que integran el sector primario generaron menos de 6.000 puestos y perdieron participación en el total.

Conclusiones

Si sumamos todas las actividades vinculadas al sector comercio y servicios (incluida la Enseñanza), el crecimiento en el período 1996-2016 fue el más significativo: generaron 171.418 puestos de trabajo, lo que representó 71,22% del total generado por el sector privado.

Este perfil laboral no es ajeno a lo que ocurre en el resto del mundo: estructuralmente la generación de empleo en las últimas dos décadas tuvo un fuerte apoyo en el sector comercial, en la industria y en la prestación de servicios diversos.

El trabajo del CES sostiene que “en este marco hay que trabajar en la implementación de acciones que permitan la compensación entre distintas ocupaciones disminuyendo el impacto del avance de la robotización y la tecnología sobre la estructura del mercado de trabajo actual”.

FUENTE: El Litoral