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Los industriales no dudan, con el actual nivel de tasas, no habrá más inversiones

Confirman que no hubo «lluvia de inversiones» por el escaso acceso al crédito y la posibilidad de mayor rentabilidad financiera. Las elecciones no influirán en sus proyectos.

Aunque estaban convocados para hablar de competitividad, un tema históricamente en debate en Argentina, los empresarios que participaron ayer del 10´ Coloquio Industrial en Córdoba blanquearon una de las (muchas) razones por las que no hay lluvia de inversiones en el plano productivo: el alto nivel de tasas de interés para bajar la inflación, que encarece el crédito e incentiva a moverse en el sector financiero para ganar rentabilidad.

En el debate que organizó la Unión Industrial de Córdoba (UIC) y que seguirá hoy, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, fue enfático al subrayar que «nadie va a invertir con estas tasas», de interés, en coincidencia con lo que planteó minutos antes el ministro provincial de Industria, Comercio y Minería, Roberto Avalle, quien dijo que «las tasas deben bajar para que haya actividad».

Sin embargo, el titular de la UIA ponderó que «hay que terminar con la inflación», el mal que el Banco Central intenta combatir, precisamente, mediante tasas reales positivas. «No se puede tener una inflación de dos dígitos», se quejó.

El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, también sumó su aporte a la discusión. «El acceso al crédito es casi imposible para las pymes regionales. La falta de capital de trabajo reduce la actividad», dijo.

A contramano, el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, en diálogo con El Cronista, opinó: «No conozco a ni un empresario que me haya dicho que cerró su fábrica para ponerse a invertir en Lebacs».

En su intervención en el panel «La estabilidad macroeconómica como eje central del desarrollo de un país», González Fraga presentó diez definiciones, en las que remarcó la importancia de las metas de inflación y trazó un círculo sobre la historia económica reciente en el país.

«Los gobiernos populistas generan atraso cambiario, que después se ajusta por un shock, termina en crisis política, que produce las condiciones para que vuelva el populismo», consideró el funcionario, en una defensa del gradualismo. «Hay economistas que piden echar a un millón de empleados a la calle, pero yo digo que hay que recuperar la estabilidad sin costo social. Si no, volvemos al pasado, y eso es lo que quiere la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner», completó.

En lo que sí hubo consenso entre los presentes fue en cuanto a que el dólar ahora sí se estabilizaría y, por supuesto, el reclamo de una urgente reforma tributaria.

Acevedo fue el que llevó la voz cantante: «Es fundamental la reforma, pero no esperamos que sea radical. Hasta que no se hagan cambios impositivos y que también se vea la coparticipación federal, no se va a ordenar la situación».

Pero el más duro fue el ministro cordobés Avalle, quien cargó con todo contra el Gobierno nacional, y les advirtió sobre dónde pueden buscar competitividad. «En una reforma fiscal las provincias no pueden perder ingresos si la Nación no lo hace», reclamó.

Y siguió: «Todavía hay diferencias grandes entre lo que pagan de servicios públicos las empresas en el interior y en Capital y Gran Buenos Aires». Se refirió de esa manera a que los cordobeses pagan el servicio de electricidad entre el doble y el triple que los porteños y los habitantes del conurbano bonaerense. «También hay que adaptar los convenios laborales, que son de 1975. ¿No hubo avances tecnológicos en 42 años», fustigó Avalle.

El tema electoral y su repercusión en la actividad económica fue otro eje que se coló en el coloquio. Todos los empresarios consultados prefieren no hacer nombres cuando se les preguntó en concreto por el supuesto temor a que el kirchnerismo gane en la provincia de Buenos Aires, pero opinaron que, en principio, las inversiones no dependen del resultado.

«Las inversiones van a venir cuando haya un círculo virtuoso. Los que estamos acá somos los primeros que tenemos que dar la señal, y recién después van a venir los de afuera, cuando vean lo que pasa», comentó el titular de la UIA.

 

FUENTE: Cronista