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Mejora el empleo temporario, pero necesita más inversión

Es un indicador relevante que anticipa la evolución de la economía; aunque dejó de caer en 2017 y repuntó a fines de año, afirman que no se sostendrá sin desembolsos.

El empleo temporal funciona como «índice núcleo» para el mundo del trabajo. Por ley, no incluye los sectores de la construcción (ni a su motor, la obra pública), el Estado ni el campo. Y, por su flexibilidad, es desde siempre una bola de cristal sobre lo que podría ocurrir con los trabajadores permanentes. Es decir, un buen termómetro de la economía.

El Indec y las principales empresas coinciden en que la sangría de puestos de trabajo se frenó en 2017 frente a la retracción de 2016, que el mercado se estabilizó y que a fin de año comenzó una leve reactivación. Pero también en que falta inversión para consolidar la tendencia.

Para 2018, las compañías apuestan a un crecimiento, aunque reconocen que aún no observan inversiones significativas en los rubros en los que florece este empleo: metalmecánica y servicios.

La encuesta más reciente que el Indec hizo sobre el sector se incluyó en el anuario que el organismo publicó el mes pasado. El relevamiento estimó que en septiembre último había 46.642 trabajadores temporarios ocupados. Se trató de un crecimiento interanual del 1,16 por ciento. Si se compara la cantidad de este tipo de empleados a fines de 2015 con el mismo período de 2016 se observa una caída de 19,9% en el primer año de Mauricio Macri frente a la salida de Cristina Kirchner.

Según el Indec, la mayoría de los trabajadores en estas compañías son empleados en el comercio al por mayor y minorista (13,8%), los servicios de transporte y almacenamiento (12,5%) o la industria manufacturera (10,8%). Sin embargo, si se suman otras actividades de fabricación de diferentes productos, las tareas industriales pueden alcanzar casi el 40% del total. El 74,6% de estos empleados son hombres, tienen generalmente entre 25 y 45 años y, en su mayoría, solo terminaron los estudios secundarios. Sus salarios no superan los 20.000 pesos. El promedio en septiembre del año pasado era de 14.356 pesos, según los datos del Indec.

«La estadística dice que la caída se frenó, y eso es una buena noticia», afirmó José María Mariani, presidente de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (Faett). «Veníamos con caídas de alrededor del 15 por ciento y ahora rondamos el 1 por ciento. ¿Cómo se explica? El escenario es cada vez mejor y desde las empresas están apostando a que se viene una reactivación. Diría que hay una expectativa positiva basada en la estadística. Sin embargo, no está claro que estemos generando nuevo empleo. El tema es que la inversión actualmente se está viendo solo en construcción, donde no estamos, y en el campo, que genera poco empleo», afirmó el ejecutivo, que advierte buenos números en las primeras semanas del año, pero aclara que este repunte está muy vinculado con la estacionalidad de las vacaciones (básicamente, cuando el trabajador permanente sale y algunas empresas lo reemplazan con temporarios durante algunas semanas).

Fuente: LA NACION

«La perspectiva es que mejore este año», afirmó Diego Ortega, director de Pullmen, empresa de trabajo eventual. «Las perspectivas que vemos con nuestros clientes son que el trabajo eventual va a aumentar porque la actividad industrial va a aumentar», agregó. Según Pullmen, que en un año y medio dice haber tenido una mejora de la facturación del 76% gracias a haberles ganado mercado a otras empresas, el sector que más se movió fue el de transporte y logística. «Tuvo que ver con el aumento de las importaciones y exportaciones, pero también con el movimiento de transporte de mercadería, como autos, que fue sideral», explicó el ejecutivo.

«En 2017 vimos un cambio tenue en relación con 2016. Se paró la caída que veníamos viendo y empezó a haber una incipiente demanda. Esto se consolidó a fines de año. Pero no a los efectos de que se reflejara un claro cambio de tendencia que mostrara una reactivación. Estos primeros meses son muy estacionales para decir cualquier cosa», indicó Jorge Figueroa, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Randstad.

«Actualmente, se mantienen los pedidos de reposición de posiciones y hay una palanca que tiene que ver más con un clima optimista que con inversiones reales que marquen una modificación del escenario y una demanda real mayor», explicó Figueroa.

El ejecutivo de Randstad afirmó que sí existen sectores y regiones puntuales, que no influyen en la demanda total, que muestran otra realidad. Mencionó como ejemplo las automotrices y autopartistas en Córdoba y Buenos Aires o el área petrolera en Neuquén. También algunas zonas bonaerenses en las que se mueven un poco más los rubros de consumo masivo, pinturas o en algunos puertos.

«El año pasado fue un año de estabilización con un leve crecimiento por sector y por región sobre fin de año. En este año hay más clima de optimismo que de inversiones concretas, y ese optimismo se da porque todos esperan que se concreten esas inversiones», analizó Figueroa.

Los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), difundidos por el Ministerio de Trabajo, muestran que el crecimiento de los trabajadores asalariados registrados en el sector privado avanza a cuentagotas. En noviembre, por caso, la medición desestacionalizada reflejó un alza de 0,1 por ciento. Similares fueron las magnitudes de ese indicador durante todo 2017. En la industria, en tanto, hubo leves caídas o un estancamiento durante la mayor parte del año. Esta realidad fue una de las consecuencias de las caídas del consumo y de la economía brasileña. El empleo privado fue durante 2017 impulsado principalmente por el sector de la construcción y algunos rubros vinculados.

Sin embargo, en diciembre, las expectativas de crecimiento del empleo para el primer trimestre de este año se situaron en un 6%, nivel que los especialistas creen que asegura creación de empleo, pero levemente por debajo de lo esperado en octubre y noviembre, según los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) publicada por la cartera que conduce Jorge Triaca.

Despejado, con algunas nubes

  • Punto de inflexión: Según el Indec, en septiembre del año pasado se revirtió una tendencia negativa: hubo 46.642 personas con empleo temporario, lo que representa un 1,15% de mejora en relación con el mismo mes de 2016.
  • Quiénes son: El 74,6% de estos trabajadores son hombres, tienen generalmente entre 25 y 45 años y en su mayoría solo terminaron los estudios secundarios. Sus salarios no superan los $20.000. En septiembre del año pasado, el promedio fue de 14.356 pesos.
  • Bueno, pero insuficiente: Las expectativas de crecimiento del empleo temporario para el primer trimestre se ubicaron en 6%, un nivel que los analistas creen que asegura la creación de puestos permanentes, pero levemente por debajo de lo esperado en octubre y noviembre en la encuesta del Indec.

 

FUENTE: La Nación