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Una pyme paga por girar en descubierto el doble que en 2011

Este dato y otros, surgen de un trabajo elaborado por la Unión Industrial Argentina. El mismo destaca que muchas de ellas no conocen los programas.

Trabas burocráticas, falta de información sobre los programas específicos, incapacidad logística para hacer frente al armado de gigantescas y laberínticas carpetas. Son algunos de los obstáculos que dificultan el acceso de pequeñas y medianas empresas al crédito.
El plan para contener la inflación atrajo un problema: las tasas para el financiamiento pyme fueron en los primeros cinco meses de 2016 las más altas en los últimos cinco años. Luego de años de tasas negativas se pasó a positivas, algo que parece cambiar en las últimas semanas.
Este fenómeno repercutió en la actividad. En el primer trimestre, según la Unión Industrial Argentina (UIA), la industria cayó 1,2%, pero las pymes tuvieron un retroceso de 1,6 por ciento.
«Desarmar la herencia tuvo costos -dijo Gabriel Vienni, jefe del Departamento Pyme, Desarrollo Regional y Transporte de la UIA-. Tras salir del cepo y con una escasez de dólares, hubo un ajuste de tasas y esto tuvo un arrastre en todos los instrumentos financieros.»
En los primeros cinco meses del año, según la UIA, los adelantos de cuenta corriente tenían una tasa promedio de 40,9%, casi el doble que en 2011 (21,8%) y seis puntos porcentuales más que el año pasado. El cheque a menos de 90 días tuvo este año una tasa de 36,1% (en 2011 era de 14,5%) y a más de 90 días, de 30,6% (cinco años atrás llegaba a 15,3 por ciento).
Una encuesta realizada por la UIA entre sus socios en 2014 indicó que el principal impacto (44% así lo sostuvo) de la falta de financiamiento era la pérdida de rentabilidad por el mayor costo de capital de trabajo. Esto repercutió en la creación de empleo.
En la Argentina, los préstamos al sector privado representan 12% con relación al producto bruto interno. En México llegan a 31,4 por ciento. Esa proporción es también más elevada en otros países: Colombia (52,7%), Brasil (69,1%), Unión Europea (100,3%), Chile (109,4%), Reino Unido (141,2%), Japón (188,1%) y EE.UU. (195,2%).
Entre Brasil, Chile, Colombia, México, la Argentina es el país que menos usa el crédito para financiar inversiones productivas (14,5%). Sólo en Uruguay (13,3%) es menor.
Lo mismo ocurre con el crédito para capital de trabajo (7,3%), la tasa más baja con relación a sus socios (excepto Uruguay). Según la entidad, sobre la base de datos de la OIT, el 60% no conoce el programa Fonapyme; el 61% no sabe que existe el Crédito Fiscal para Capacitación de RR.HH.; un 67% no escuchó sobre el Fontar, y el 68% no recibió nunca información sobre el régimen de bonificación de tasas.
Todo promete ser mejor, según el Gobierno, en el ya iniciado segundo semestre. Si en mayo las tasas de interés que gobierna el BCRA llegaron a 38%, el martes pasado (tras el alboroto financiero que produjo el Brexit) la entidad que dirige Federico Sturzenegger mantuvo la tendencia descendente y las dejó en 30,75%. Esto también generará un arrastre rápido a los instrumentos de las pymes.
«El sistema financiero es muy chico, 15% en relación con el PBI, y las pymes tienen un acceso muy limitado», dijo Pablo García, presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que lanzó la línea Primer Crédito Pyme, orientada a proyectos de inversión y bienes de capital, con una tasa subsidiada de hasta el 16%, plazos de hasta siete años.
Mientras tanto, el Congreso dio media sanción la semana pasada al Programa de Recuperación Productiva, impulsado por el Ministerio de Producción, que establece la eliminación de la ganancia mínima presunta para las pymes a partir de 2017; la deducción de 10% de las inversiones del impuesto a las ganancias y tope de ventas de 3% en el caso de las industrias manufactureras.
Además, según La Nación, se establece un régimen especial de fomento a la inversión para las micro, pequeñas y medianas empresas por sus créditos fiscales en el IVA con un cupo de $ 5.000 millones.
Además, las micro y pequeñas empresas podrán tomar como pago a cuenta de Ganancias el 100% del impuesto al cheque y se les da estabilidad tributaria a las pymes hasta 2018, además de 90 días para pagar el IVA.

Fuente: iprofesional.com