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Aumentó la productividad laboral por la caída del costo salarial

Es porque en el último año los sueldos subieron menos que los precios y la producción.

En el último año bajó la participación de la masa salarial en el valor generado en la producción. La caída fue de 2,3 puntos al pasar del 53,8% en el primer trimestre de 2017 al 51,5% en igual período de 2018, según informó el INDEC.

La baja se explica porque el año pasado hubo un aumento de la producción mientras la “remuneración al trabajo asalariado” creció menos que la suba de los precios y las mayores cantidades producidas. También porque el ingreso de los trabajadores se basó en mayor medida en el empleo en negro, de salarios más bajos que además eluden el pago de cargas sociales. Según el INDEC, en ese período los puestos de asalariados no registrados crecieron el 5,8% (253.000 personas más) y el de asalariados registrados 1,1% (121.000).

También hubo una reducción del 12,5% al 12,1% en la participación de la mano de obra no remunerada realizada por los propietarios o por otros miembros de la familia “que no puede identificarse por separado del rendimiento obtenido por el propietario como empresario”. En tanto la participación de los impuestos netos de subsidios pasó de -2,5% a -0,1%. Esa diferencia, en gran parte, se explica por la reducción de los subsidios.

De estos datos se infiere que hubo un aumento de la productividad laboral basada en una mayor precariedad y reducción en términos reales de la masa salarial. Y una mejora del 36,2 al 36,5% en el excedente bruto de las empresas constituidas en sociedad, “sin tener en cuenta los intereses, las rentas o los gastos análogos a pagar por los activos financieros”, entre otros conceptos. Excluido el sector público, el excedente privado asciende al 43%. En estos 12 meses, mientras la remuneración al trabajo creció el 24,3%, el excedente bruto de las empresas subió el 30,7%.

Ariel Coremberg, director del Centro de Estudios de la Productividad y profesor de Crecimiento Económico de la UBA le dijo a Clarín que “la caída de la participación de la masa salarial bruta en el total de la economía argentina es el resultado de una caída de los costos laborales”. Y “refleja indirectamente la caída interanual del poder adquisitivo de los salarios, ya que crecieron nominalmente por debajo de la inflación minorista y los precios de producción».

Coremberg agregó que “la caída del poder adquisitivo y de los costos laborales están reflejando no solo que los salarios suben menos que los precios sino también una profundización de la tendencia hacia la fragilidad del empleo en los últimos años tanto durante la anterior como la actual gestión. Por ejemplo, las categorías ocupacionales que más crecieron en la estructura del empleo fueron los puestos de trabajo de los no asalariados y cuentapropistas. Así la economía argentina sigue generando puestos de trabajo de ‘baja calidad’. Esta tendencia aumenta la fragilidad de los ingresos de los trabajadores ya agravada por la caída del poder adquisitivo del salario”.

FUENTE: Clarín