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Dólar versus tasas

El plan para convencer a productores rurales de que «desencanuten» la cosecha y, al mismo tiempo, a los particulares a que mantengan sus depósitos no es tarea fácil. Para peor, en la búsqueda de ese fino equilibrio, aparece una tercera variable que viene jugando en contra. El dilema de Sturzenegger.

Para Federico Sturzenegger, los días posteriores a su debut en el Banco Central vienen siendo más que agitados.
No había asumido formalmente en el cargo cuando tuvo su primera pelea con los bancos y hasta recibió acusaciones de querer incurrir en un default, a raíz de los contratos de futuros pactados por su antecesor.

Sin aun haber podido acomodarse en su posición, tuvo que acompañar la salida del cepocambiario propiciando una abrupta suba de tasas de interés, en medio de un mercado nervioso y ávido de definiciones.
Mientras termina de ubicarse en su sillón, el funcionario intenta llevar a las distintas variables (dólar, tipos de interés, reservas, emisión, entre otras) a un equilibrio de tipo estable.
Parecería que, por su expertise, su perfil market friendly y la confianza que ha inspirado la llegada del nuevo Gobierno esto debería ser una tarea relativamente sencilla.
Pero la realidad está mostrando que no es tan así. Las fluctuaciones bruscas que se han visto por estos días dan prueba de ello. Especialmente las vinculadas con el billete verde y elprecio del dinero en pesos.
Concretamente, ¿dólar a $13 y tasas más cerca del 40% anual? ¿O, más bien, tipo de cambioa $14 y plazos fijos que paguen el 30%?
En menos de un mes se pasó sin escalas del primer escenario al segundo:
-A mediados de diciembre, el «binomio» era de $13,30 vs. 38% (dólar vs. tasa).
– Ya sobre enero «mutó» a $14,15 vs. 32% (el primero más arriba, el segundo más abajo)
Claro que Sturzenegger no la tiene fácil, habida cuenta de la pesada herencia recibida de manos de su antecesor. Con pocas reservas líquidas, el margen para querer imponerle al mercado sus reglas de juego luce acotado.
Por más que haya intentado transmitirle «buena onda» con la noticia de que el swap con China le permite convertir yuanes por billetes verdes, algo ha quedado en claro: el Banco Central aún no cuenta con el suficiente poder de fuego.
Así las cosas, hoy día si quiere influir sobre el precio del dólar, su principal arma de persuasión es el nivel de tasas que convalide.
A su vez, esas diferentes tasas que rigen en el mercado se ordenan en base a una de ellas, que se constituye en una referencia clave: la que ofrece por los títulos conocidos como«Lebac».
Los emite el Banco Central para vendérselos preferentemente a las entidades. Les da comopremio un interés a cambio de que éstas les entreguen pesos.

A través de estas licitaciones (que le sirve para fijar el porcentaje) absorbe o expande el total de moneda local en circulación.
«La intervención oficial es a través de las tasas, que han bajado en las últimas dos semanas», afirma el jefe de mesa de una compañía financiera.
En su visión, Sturzenegger convalida este descenso para que el dólar suba moderadamente.
¿Por qué? Es que si las colocaciones bancarias en pesos pagan menos, entonces crece lademanda de moneda estadounidense.

En la city porteña hay cierto consenso de que este proceso de reacomodamiento (tasas para abajo, dólar para arriba) se viene desarrollando con un fin primordial: que los exportadoresse sientan «cómodos» con el nivel de tipo de cambio.
Quien dio la señal de alerta respecto del menor ritmo de liquidación de la cosecha, fue el propio secretario de Agricultura, Ricardo Negri, quien advirtió que los productores estabanaportando menos divisas que aquellas que fueron comprometidas.
Tal como diera cuenta iProfesional, una calificada fuente del mercado agropecuario apunta que quedan unos u$s4.500 millones «encanutados», en su gran mayoría de soja, renuente a salir de los silobolsas.
«La verdad es que con un tipo de cambio que había caído a $13, la mayoría de losproductores prefería esperar a que suba para luego vender», sostiene un dirigente del agro en relación con lo observado semanas atrás.

Síntonía fina
Los movimientos de la dupla «dólar-tasas» llevan al mercado a preguntarse si lo que está ocurriendo obedece a una política deliberada o si las nuevas autoridades están corriendo por detrás de los acontecimientos.
Algunos analistas consideran que la «sintonía fina» aún no ha llegado a su punto óptimo.
Según Andrés Azicri, director de la consultora Elypsis, «la baja de tasas que resulta de las licitaciones luce contradictoria con el objetivo de perseguir un tipo de cambio estable«.
«En medio de todo este dilema, el Banco Central está haciendo prueba y error para poder dar un dato más certero de cuáles son las reglas de juego», resume.

Este proceso ocurre en medio de un cambio no menor respecto a lo que sucedía con el kirchnerismo: el actual Gobierno es partidario a que la dupla «dólar-tasa» se mueva en unrango definido por el mercado, según oferta y demanda.
Es decir, que haya sólo haya injerencia oficial en casos puntuales, cuando se presentendesvíos sobre el plan previsto.
Por lo pronto, en estos últimos días el Banco Central casi no ha intervenido para mostrarle al mercado que «dejará flotar» al billete verde dentro de una banda determinada.
Es decir, así como un día puede subir en la próxima jornada puede bajar. Y estos altibajos ayudan a reducir los movimientos especulativos por parte de quienes intentan fijar el precio.

Tercero en discordia
A la hora de buscar un punto de equilibrio entre:
– Un precio del billete verde que convenza a los sojeros a vender su cosecha.
– El premio (tasa) que debe otorgarse a los ahorristas para incentivar los depósitos bancarios en pesos.
Aparece una tercera variable: el costo de los préstamos para consumo, que no es ajeno a estos movimientos de sube y baja de los otros dos.

¿Por qué? Porque si las entidades pagan más por el stock de dinero que reciben para losplazos fijos, también deben cobrar más caro por este mismo caudal de plata que luego re-direccionan al financiamiento de compras con tarjeta y créditos personales.
Este último aspecto también es clave para un Gobierno que necesita motorizar la actividad económica del país en base al mercado interno.
Y, en este sentido, las noticias no le fueron muy favorables al titular del BCRA cuando convalidó una mayor tasa: las líneas se encarecieron hasta en 10 puntos porcentuales.
– La tasa nominal anual (TNA) por financiamiento con tarjetas trepó a casi un 50%, desde un 41%.
– Por un crédito personal, los bancos exigieron una TNA promedio del 47% anual, cuando en el arranque de diciembre era del 37%.

– La tasa de los préstamos prendarios para la compra de un 0km se acercaron al 33% e, incluso, al 35% en algunos casos (desde un 25%).
De no mediar cambios, es de prever que esta tercera variable (costo de los créditos) ejerza una influencia cada vez mayor y oficie de «árbitro» en la puja entre dólar y tasas.

¿Cuánto es mucho y cuánto es poco?
Quienes peinan canas en la city porteña suelen repetir que cuando el dólar va para arriba lastasas van para abajo y a la inversa.
Por lo visto en las últimas semanas, el titular del Banco Central ha ido convalidando un tipo de interés más bajo y un tipo de cambio más elevado que el de la salida del cepo.
Lo que todavía no está claro es el valor que convence a los ahorristas del atractivo de armar un plazo fijo y, a la vez, a los productores rurales para que «desencanuten».
¿Es, acaso mejor la dupla de diciembre ($13 y 38%), o más bien conviene «flotar» en $14 y estar cerca del 30% de interés?.
Para algunos, haber sostenido el precio del dinero en un 38% (es decir el nivel de semanas atrás, muy por encima de la inflación esperada) resultaba cuanto menos arriesgado y conducía inevitablemente a un brusco enfriamiento de la economía.
Paro otros , como Martín Redrado, ese cifra hasta iba a ser «poca» para lograr uno de los objetivos del nuevo equipo económico, que es el de llevar calma al mercado del dólar.
Aldo Pignanelli, ex titular del Banco Central, considera que Sturzenegger parece sentirsecómodo con un dólar más cercano a $14 que a $13. «Con un tipo de cambio de $14 o más empezaron a aparecer nuevamente las exportaciones», señala.

En busca del equilibrio
Así como un nivel alto de interés encarece el costo de los préstamos para consumo, el marcado descenso tiene su otro «lado B».

Concretamente, ese proceso de baja (que el Banco Central convalida al recortar el interés cuando coloca los títulos Lebac) ya tuvo su correlato en los rendimientos de los plazos fijos.
Las entidades ahora ofrecen una ganancia nominal cercana al 27%, frente al 32% de antes.
Además, los operadores de mesas de dinero de compañías de primera línea afirman que sus clientes siguen con mucha atención la forma en que han venido evolucionando estas variables.

«Si la mano venía como hasta hace unas semanas, se iba a instalar la idea de que el Gobiernose quedó corto con una devaluación que llevó el tipo de cambio a los $13″, afirma el directivo de un banco de capitales españoles.
Por lo pronto, parece haber consenso respecto de que un billete verde a poco más de $14 se condice mejor con los planes del Gobierno de sumar reservas.
«No me asusta cómo subió en los últimos días. Sí me preocupaba cuando valía $13, porque ese precio no iba a alcanzar para poner en marcha la economía», afirma el analista financiero Juan Manuel Palacio.
«En cambio, es más racional si se mueve en una franja de entre $14 y $14,50. Esto seguramente empujará a una mayor liquidación de exportadores», agrega.
«Que se mantenga sin perder reservas y absorbiendo muchos pesos es un escenario que no veo para nada mal. El juego es positivo en la medida en que el Gobierno logre captar pesos y mantenga esas tasas», afirma Palacio.
Claro que siempre aparece el síndrome de la frazada corta. Y un movimiento de tasas haciaabajo – billete verde para arriba es visto por algunos analistas como otra posible fuente deconflictos en otro de los temas más sensibles para el equipo económico, como lo es lainflación.
«Si en las próximas licitaciones la tasa baja aun más, el tipo de cambio subirá y esto terminaráalentando el alza de precios. Es por ello, que se está ante un dilema complicado», agrega Azicri, de Elypsis.
En su visión, el Gobierno irá encontrando un equilibrio entre los $14,50 y $15 pero no más de ello.
No obstante, aclara que un nivel de tasas que no se aleje más de cinco puntos del índice inflacionario permitirá igualar los rendimientos -en términos reales- que ofrece el resto de la región a los inversores.

Fuente: iProfesional