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En el primer semestre cayó 1,3% la economía y se agudizó la recesión

Los expertos señalan un “desplome” en la construcción, la industria y el comercio, que se sintió con más fuerza durante junio. También retrocedió el consumo, por una pérdida del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación.

El INDEC confirmó ayer que en los últimos meses se profundizó la recesión y que en el primer semestre de este año la actividad económica cayó el 1,3%. Con relación a un año atrás, en junio la actividad disminuyó el 4,3%. Así, la actividad económica a junio de este año se encontraba en el mismo nivel de enero de 2015.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC -que anticipa los datos de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) – señala que la actividad viene en retroceso desde julio del año pasado, acumulando así 12 meses o 4 trimestres consecutivos con crecimiento cero o negativo.

Los manuales de “cuentas nacionales” dicen que luego de dos trimestres consecutivos de caída de la serie desestacionalizada del PBI la economía está «estadísticamente en recesión».

Para interpretar la situación, se consultó a varios expertos.

Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein, dijo que la caída se aceleró en el segundo trimestre, con una baja del 2,8% y que “ si bien el EMAE no cuenta con ninguna apertura que permita analizar la composición de la caída, puntualmente en el segundo trimestre se observa un desplome de la construcción, la industria y el comercio con caídas que alcanzan en torno a 18%, 6% y 5% dependiendo del indicador que se tome. Las cuestiones climáticas limitaron la mejora de la cosecha a pesar del salto en la rentabilidad del sector, sólo amortiguadas por el transporte (asociado a la salida de la cosecha pasada) y algunos servicios con crecimiento tendencial”.

Dal Poggeto agregó que “desde el lado de la demanda el desplome del consumo gatillado por la caída del salario real se dio de la mano de una caída en la tasa de inversión exacerbada por el freno en la obra pública y la caída en la construcción residencial. El comercio también aportó negativamente con cantidades importadas que crecen por encima de las cantidades exportadas aún teniendo en cuenta la salida de inventarios que en rigor es PBI de períodos pasados».

Según el economista Fausto Spotorno, “en el segundo trimestre el PIB cayó 2,8% lo que está en línea con lo esperado. Posiblemente, en el tercer trimestre experimentemos una cifra de magnitud similar.  De hecho, en julio la producción industrial cayó 6,4% interanual, cifra muy similar a la de junio. Pero también este dato oculta una fuerte mejora en el sector de químicos y agroquímicos, lo cual puede ser un anticipo de la inversión que se está haciendo en el agro de cara al cuarto trimestre, cuando venga la cosecha fina. Según nuestra estimación en el cuarto trimestre el PBI caería 0,2%, pero ello implicaría una recuperación en términos desestacionalizados y un arrastre estadístico de +1,2% para el 2017”.

También Maximiliano Castillo, de ACM, dice que «los resultados del EMAE  fueron peores a los esperados y confirmaron que la economía, por el momento, no muestra signos claros de recuperación y confirman una profundización de la recesión entre abril y junio. En realidad, de los últimos doce meses, la economía mostró caídas en ocho, ubicando a la producción en el mismo nivel que enero de 2015. Así en un año y medio, la producción de bienes y servicios está estancada en el mismo nivel».

Ariel Coremberg, profesor de crecimiento económico en la UBA y de posición crítica hacia las manipulaciones de las estadisticas oficiales, celebró que el INDEC retome la difusión del EMAE. Señaló que la fuerte caída se produjo en el segundo trimestre, que “se espera alguna moderacion y repunte hacia final del año pero que no alcanzan a revertir la proyección de recesión de 2016”. Y agregó que “por el lado de la demanda, no hay reacción del consumo y las exportaciones siguen estancadas por efecto Brasil. Las inversiones quedaron en “stand by” hasta la instrumentación del blanqueo, se resuelva el tema tarifas y haya señales de sustentabilidad fiscal”.

A manera de conclusión, Coremberg dice que “el dilema que se enfrenta principalmente la industria es cómo lograr competitividad ante la perspectiva de que no se recurrira a correcciones cambiarias bruscas”.

Fuente: iEco