Noticias

Fuerte queja de acopiadores contra exportadores e industrias

En la Federación de Acopiadores de Granos sostienen que dilatan pagos y así logran una ventaja financiera en soja de $ 100 millones al año, sin contar otros granos.

Otra vez se abrió un frente de conflicto en la cadena agrícola comercial por supuestas demoras en los pagos de la mercadería por parte de los compradores. Hay quejas de acopiadores contra exportadores e industrias.

Pese a un compromiso vigente desde 2016, los compradores, exportadores e industrias, según fuentes de los acopiadores no abonan el 100% del precio dentro de las 72 horas para la mercadería conforme y realizan el pago en dos partes.

«Tienen que cumplir las reglas y usos del comercio de granos que establece que deben abonar el 100% del precio dentro de las 72 horas para la mercadería conforme, tanto en las operaciones a fijar como en aquellas en que se hubiera completado la entrega del contrato», dijo una fuente de la Federación de Acopiadores de Granos. «Y en caso de existir liquidaciones finales sujetas a análisis su pago no debería dilatarse por encima de los cinco días hábiles», agregó.

De acuerdo a los acopiadores, los compradores han implementado «arbitrariamente» la modalidad de hacer dos liquidaciones, una parcial por el 97,5% del precio y otra final por el 2,5%. Denuncian que al dilatar los pagos los compradores se «apropian» de una ventaja financiera que sólo en soja representa $ 100 millones al año. Esto sin contar otros granos.

«Lo más incomprensible es que las casas matrices de las empresas que en nuestro país fraccionan el pago en sus países les pagan el 100% directo a sus productores antes de las 48 horas», contó la fuente consultada.

«Esta situación tan absurda como inexplicable sólo puede producirse y perdurar por imperio de posiciones de fuerza o dominantes en la negociación», añadió. Para la Federación de Acopiadores, se «distorsiona el comercio eficiente y equitativo». Por esta razón, dicen en la entidad, pedirán a las autoridades que obliguen a los compradores finales a cumplir sus compromisos.

FUENTE: La Nación