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Para algunas Pymes industriales la recesión habría tocado fondo

Fuerte dispersión de resultados según los sectores ya habría síntomas de reactivación en algunos sectores, sobre todo vinculados al agro. Expectativas por el año próximo.

Las pequeñas y medianas empresas fueron, si se quiere, aquellas que sufrieron el mayor impacto en términos de nivel actividad y caída de ventas desde el cambio del escenario económico planteado a partir de la devaluación del peso, el incremento de tarifas de servicios públicos y el recrudecimiento de la inflación en lo que va del año.

Algunas estimaciones indican que se contrajo el nivel de ocupación en casi todas las industrias y siete de cada diez pymes industriales vieron caer su rentabilidad en los últimos meses. Es el resultado de una caída de ventas –en el mercado interno y en la exportación- combinada con fuerte incremento de insumos, tarifas, costos salariales y presión impositiva, a los que hay que añadir también la competencia que supone el mayor ingreso de productos importados, en algunos sectores.

El sólido retroceso de la demanda de Brasil, con efecto en todo el entramado industrial, y las dificultades de acceso a financiamiento terminan por configurar un mapa complejo para el sector industrial pyme, el mayor generador de empleo, dicen los analistas.

“En el sector industrial pyme la caída de ventas oscila entre 5% y 6% según la fuente considerada, con sectores muy complicados como el autopartista, cuya merma supera el 40% respecto a 2015.”, asegura Marcos Cohen Arazi, economista de IeralPyme y agrega que las pymes constructoras, por su parte, acumulan una baja de 11%.

Cohen Arazi recuerda que a comienzos de este año, las expectativas pyme para 2016 en ventas eran positivas, algo optimistas en materia de rentabilidad y se anticipaba un movimiento muy moderado en las inversiones productivas, con estabilidad a nivel de personal. No obstante, aclara, “la caída en el consumo ha desarmado esas expectativas y una recuperación general no es visible a corto plazo”.

Una encuesta de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), realizada en julio a 423 pequeñas y medianas empresas de todo el país y representativas de la industria manufacturera nacional, señala que en el segundo trimestre las cantidades vendidas cayeron 9,3% respecto del mismo período de 2015, mientras que el número de empleos registró una baja del 1,8% interanual.

“El aumento de los costos salariales, la caída de ventas y el retraso en los pagos de los clientes son los tres principales problemas que enfrentan actualmente las pymes industriales”, asevera el informe de FOP. La encuesta también revela que “el 70% de las firmas sufrió una disminución de su rentabilidad en el segundo trimestre de 2016”, con un promedio del 6,1% respecto del primer trimestre.

Pese a ello, y llamativamente, el estudio consigna que el 64% de los empresarios industriales pyme espera que su rentabilidad mejore el próximo año. Además, en el segundo trimestre creció la proporción de industriales que consideran que es un buen momento para invertir en máquinas y equipos, en sintonía con la relativa confianza que se advierte en una mayor tasa de actividad hacia el último trimestre del año y en especial, a partir de 2017.

El ojo del amo “La industria es como un elefante: cuesta frenarla pero una vez que se paró, cuando cambian las condiciones, también cuesta que arranque de nuevo”, explica Juan Carlos Ferrero, presidente de Baw, fabricante metalúrgico de mesas de corte, máquinas y equipos para soldar, entre otros. “La actividad fue cayendo en el año, tanto en la venta de equipos como en repuestos e insumos consumibles, en algunos casos hubo caída de ventas del 30% o más”, destaca Ferrero.

El empresario admite que algunos clientes “empezaron a preguntar” pero hay temores por la incidencia de las nuevas tarifas de gas y transporte y la falta de crédito para pymes. Respecto de la nueva ley pyme y las líneas de crédito de Iinversión productiva (22% anual), Ferrero, estimó que esas líneas aún “no arrancaron, por problemas de comunicación entre los bancos y el Banco Central”.

Sobre este punto, Jorge Göttert, titular de la Cámara Argentina de la Máquina Herramienta y Tecnologías para la Producción (Carmahe) y propietario de una firma de pinturas industriales y máquinas para la industria maderera, sostiene que frente a un escenario de menor inflación para 2017 “hoy la tasa del 22% quedó cara” y agrega que “si la tasa se bajara 4% o 5%, se recuperarían muchos proyectos de inversión”.

Göttert afirma que “estamos con una caída de ventas del 30%, que ya se traduce en menor producción”. Explica que todo lo que es consumo (electrodomésticos, muebles, materiales de construcción) está caído pero “hay síntomas reales de recuperación en los sectores ligados al agro”. “Hoy tenemos proyectos (maquinaria agrícola) que hacía dos años no había”, afirma.

Pedro Cascales, titular de Tradefin (equipos de GLP) y Viametal (material ferroviario) y secretario de Industria de CAME, dice que este año “la actividad industrial pyme cayó 5%” y confirma que las prioridades en la agenda pyme son el nivel de actividad y la caída de ventas. Sugiere, sin embargo, que ya habría empezado el rebote, en especial en algunas líneas de metalmecánica y agroquímicos. “Creemos que estamos tocando fondo, tras una crisis de 36 meses de caída en la actividad industrial”.

En el rubro textil, las cosas no están fáciles. Luciano Galfione (fabricante de hilados sintéticos) sostiene que la actividad cayó entre 20% y 25% según los sectores de la cadena, afectados por el incremento de las importaciones –en agosto fueron decreciendo–y la caída del consumo. “La demanda no está sólida todavía, está como amesetada, me encantaría decir que ya tocamos fondo, pero no lo sé”, dijo.

 

FUENTE: Ieco Clarín